Por algún motivo, últimamente estoy leyendo tostones infumables de escritores rusos. Y resulta que son bastante amenos. Ahora mismo ha caído en mis manos Vida y destino, de Vasili Grossman.
Pero, desgraciadamente, no es del libro de lo que voy a hablar, al menos no directamente. Sí de un párrafo, que voy a corregir para adaptarlo a los usos y costumbres actuales (como ya hizo el Sr. Pérez-Reverte en su día con Vientos del pueblo, de Miguel Hernández).
Texto original, "mejoras" en cursiva.
-¿Ya basta?- rebatió Madiárov con un aire de amenaza cómico-. No, ¡no basta! Chéjov introdujo en nuestra conciencia toda la enorme Rusia, todas las clases, estamentos, edades... ¡Pero eso no es todo! Introdujo a estos millones de personas como demócrata, ¿lo entiende? Habló como nadie antes, ni siquiera Tolstói, había hablado: todos nosotros, antes que nada, somos hombres y mujeres, ¿comprende? Hombres y mujeres, hombres y mujeres, hombres y mujeres. Habló en Rusia como nadie lo había hecho antes. Dijo que lo principal era que los hombres y las mujeres son hombres y mujeres, sólo después son obispos y ¿obispas?, rusos y rusas, tenderos y tenderas, tártaros y tártaras, obreros y obreras. ¿Lo comprende? Los hombres y mujeres no son buenos y buenas o malos y malas según si son obreros y obreras u obispos y ¿obispas?, tártaros y tártaras o ucranianos y ucranianas; los hombres y mujeres son iguales en tanto que hombres y mujeres. Cincuenta años antes la gente, obcecada por la estrechez de miras del Partido, consideraba que Chejóv era portavoz de un fin de siècle. Pero Chéjov es el portador de la más grande bandera que haya sido enarbolada en Rusia durante toda su historia: la verdadera, buena democracia rusa. Nuestro humanismo ruso siempre ha sido cruel, intolerante, sectario. [...] Siempre ha sacrificado sin piedad al individuo en aras de una idea abstracta de humanidad. Incluso Tolstói nos resulta intolerable con su idea de no oponerse al mal mediante la violencia, su punto de partida no es el hombre y la mujer, sino Dios.
[...]Chéjov dijo: dejemos de lado a Dios y las así llamadas grandes ideas progresistas; comencemos por el hombre y la mujer, seamos buenos y buenas, atentos y atentas para con el hombre y la mujer sea éste o ésta lo que sea [...]; comencemos por amar, respetar y compadecer al hombre y la mujer; sin eso no funcionará nada. A eso se le llama democracia, la democracia que todavía no ha visto la luz el pueblo ruso.
Mejora ostensiblemente. Ahora sí que es un auténtico canto a la igualdad. Incluso, para abreviarlo un poco, podríamos sustituir el "y+femenino", por una práctica arroba. Como en obrer@s. Huy, qué original. Si parece una "a" y una "o" a la vez... Y si la arroba no queda bien entre las letras (se sale de altura, o algo), pues una x. Por ejemplo, ucranianxs. Jeje. Si ya sabía yo que las matemáticas iban a servir para algo. Qué lista y qué ocurrente. Así ningún hombre será más que yo.
Ah. Vaya. Ahora que me fijo, parece que no mejora. No. No lo hace. Es redundante, incorrecto, improcedente. Es... estúpido. Pero es la ley (Ctrl+F "lenguaje" en este enlace).
Así que desde aquí dejo clara una cosa: a mí, como mujer, no me agravia el lenguaje. En todo caso me ofende lo que dicen los hablantes. Como por ejemplo, la frase "puta, vete a fregar". Igual con el filtro de la ley me molesta menos: "puto o puta, vete a fregar"... Hm. No sé por qué, pero me da la impresión de que empeora.
Es lo que tiene. Hay gente que cuando te señala la luna, lo que quiere es que te fijes en su reloj.
ResponderEliminarSe pierde de vista el significado y se le da importancia a las formas.
Me gusta embarcarme en tu puerto y dejarme llevar por el rumbo que propones. ¿Por qué no incorporar una opción de Seguidores en un lateral de la página?. Me gustaría tener un punto de atraque.
Cenquiu.
ResponderEliminarDe nada :)
ResponderEliminarEstoy de acuerdo, está claro que lo que importa es la intención, el significado que le damos a las palabras y no ellas en si mismas. El mundo no tiene género y al hablar del hombre , ocurre los mismo.
ResponderEliminarHola, Sonsoles.
ResponderEliminarCuriosamente, todas las personas con las que hablo sobre el tema están de acuerdo conmigo. Es muy triste que se intente imponer un modismo artificial, que ni siquiera ahorra esfuerzo.
Tuve la oportunidad de leer hace poco las preguntas de un examen oficial, de tipo test. Los 45 segundos que daban para responder a cada pregunta podían, perfectamente, ser necesarios para analizar el enunciado: los/as pacientes/as (ponía eso, en serio) suelen consultar a su médico/a sobre...
Es desesperanzador :(